Arkadia | El pastor siempre ve el mar llano

LA VINYETA

En L’Empordà, y más concretamente en L’Alt Empordà, llegué de la mano de Josep Serra-Pla y la Marta Pedra. Cada uno de ellos posee su propia bodega; Josep creó La Viñuela en Mollet de Peralada, y la Marta posee Vinos de Piedra en La Conca de Barberà.

En La Vinyeta en Josep ha creado una zona de investigación e innovación donde han ido convirtiéndose en un montón de proyectos e iniciativas que lo han convertido en un lugar único. No es sólo una bodega, es mucho más que un espacio donde se elaboran vinos. En La Viñuela también se elabora aceite de sus diferentes variedades de olivos, miel de las colmenas de abejas que campan polen y alimentándose por todas partes y huevos de sus propias gallinas.

Desde el otoño pasado (2019), también pastan entre los viñedos y los olivos, mis ovejas. El ganado consta de cerca de 150 cabezas de ganado ovino de raza ripollesa (y si hilamos delgado, seleccionándolas poco a poco para conseguir un rebaño uniforme de ovejas montañas/ de Serrat) que gestionan el pasto de gramíneas y vegetación de carácter espontáneo que nace entre las hileras de cepas u olivos de este trozo de L’Alt Empordà.

¿Qué conseguimos?

Pues minimizar la huella energética que genera el labrar y combatir esas «malas hierbas» que compiten por los recursos con la viña y el olivo. Al mismo tiempo que hacemos el suelo y aumentamos la actividad microbiana existente. El estiércol de las ovejas es fácilmente asimilable por la tierra, así como reducimos la cantidad de nutrientes externos que se requiere suplementar anualmente. Al disminuir paulatinamente la cantidad de horas de tractor necesarias para combatir la vegetación existente, reducimos el desgaste de la maquinaria y el consumo de combustibles de origen fósil, así como disminuyen los valores de erosión y de estrés hídrico que sufre el suelo y consecuentemente la vegetación que habita en ella.

¿Es algo nuevo e innovador?

No, sólo hemos hecho que recuperar un manejo del pasto que hace pocas décadas ya se llevaba a cabo. Los rebaños de ovejas en las bodegas y en las viñas en general ya estaban presentes en todo el territorio para llevar a cabo la «limpieza»/aclarada de aquellas zonas entre viñas que crecen especies vegetales no deseadas pero que el ganado se afanaba en devorar. Es bien sabido que el ganado de pata pequeña acostumbraba a aprovechar aquellas zonas o espacios que las vacas o los animales de pata gorda en general no podían acceder o aprovechar. Por lo tanto, el espacio existente entre viñas y olivos, es un espacio idóneo para ser pez/pasto por el ganado de lana.

El estiércol del ganado para femar/bogar las tierras era muy apreciado tiempo atrás ya que era difícil de transportar o no existían los fertilizantes químicos tanto utilizados en las últimas décadas. Eso hacía que los rebaños fueran solicitados y más presentes en todo el territorio catalán.

No sólo se pastaba la viña una vez se había vendimiado la uva sino que durante diferentes épocas del año, se requería que los rebaños pastaran en continuo movimiento las viñas con el fin de espampolar las cepas, es decir, normalmente durante el mes de Julio y una vez que la uva estaba desarrollada, se permitía que los rebaños se desplazaran por dentro de la viña con la intención de que se comieran las hojas que cubrían la uva. y que no permitían la incidencia de la luz del sol(con la finalidad de aumentar la ventilación del fruto, disminuyendo los problemas relacionados con la presencia de hongos, a la vez que permiten que aumente el grado de alcohol de la uva) Esta acción recibía el nombre de Espampolar, significa sacar/podagar las hojas que normalmente estaban a la altura del fruto e incluso por encima.